Ante esta demanda de información, internet se convierte en el escaparate perfecto donde adquirir estas repuestas gracias a la inmediatez y la amplia variedad de fuentes que ofrece. Sin embargo, este interés sobre la salud es aprovechado en muchas ocasiones por terceros que mediante la difusión de informaciones falsas, pretenden obtener beneficio propio, generando falsas expectativas, alarmando a la sociedad y, en el peor de los casos, poniendo en riesgo la vida de las personas.